En Annika Chambers, como en tantos poderosos artistas vocales, se puede rastrear su amor por la música desde la infancia. "Crecí cantando en la iglesia", dice. No hace falta que lo diga. Citando las influencias gospel de Yolanda Adams, Shirley César, Dottie Peoples y Whitney Houston, no puedes evitar sentir el Espíritu moviéndose por toda la sala cuando Annika se lanza al corazón de una canción. Pero fue durante dos de sus turnos de servicio en el ejército de Estados Unidos cuando Chambers se dio cuenta del regalo que tenía. "Uno de mis coroneles me escuchó cantar y me dijo: ¿Por qué no cantas el himno para una de nuestras ceremonias?'" Fue un éxito inmediato y se convirtió en su primera opción para todos sus eventos musicales, uniéndose al coro de gospel e, incluso, ganando el show de talentos de su base.
A partir de ahí, Chambers se convirtió en parte de una banda de gira haciendo rondas a través de Kosovo e Irak, dando la bienvenida y elevando la moral de las tropas.
A finales de 2014, el álbum debut de Chambers, "Making My Mark", fue subiendo en las listas de blues en los Estados Unidos y Europa. Su éxito meteórico y su creciente atención proporcionaron a Annika Chambers la codiciada nominación para el BMA 2015 (Blues Music Award) como "Mejor Nuevo Artista 2015".